Política Mexicana y Cosas Peores
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 El Simbolismo de Juárez en la Masonería

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MensajeTema: El Simbolismo de Juárez en la Masonería   El Simbolismo de Juárez en la Masonería Icon_minitimeVie Dic 12, 2008 8:34 am

De: Alias de MSNMaster_La_Polaca2 (Mensaje original) Enviado: 16/05/2006 13:40

El Simbolismo de Juárez en la Masonería

Antes de iniciar con el desarrollo del tema que nos tiene aquí reunidos, he de haceros una confesión QQ.·:HH.·. : La tesis que a lo largo del tiempo sostuve en torno a Juárez y la Masonería distaba mucho de la realidad histórica del bien llamado Benemérito. Estando la Masonería a punto de iniciar un nuevo milenio, me resultaba anacrónico y carente de lógica el que siguiéramos aferrándonos a una figura de cuya época nos separan más de cien años. ¿es que la masonería no ha sido capaz de formar pro-hombres, paladines de sus ideales o próceres en todo éste tiempo? ¿es que ha caído nuestra Orden en un letargo tal que debe conformarse con el distinguido hijo de Guelatao? ¿es que el trabajo de Juárez fue tan débil que no solo él no pudo cristalizarlo, sino que después de cien años seguimos intentando hacerlo? ¿es que no entendemos que el tiempo lo transforma todo y el ideario Juarista-liberal ha cambiado y debemos adecuarnos al nuevo entorno?

Mi objetivo pues, fue el demostrar lo anquilosado que resultaba para la Masonería Mexicana el regodearnos en una figura histórica desaparecida hoy hace 128 años. ¡!Cuán equivocado estaba! La Institución es sabia, dicen nuestros Maestros y ¡cuánta razón tienen!. Después de todo, desde la perspectiva del tiempo, cien años, para una nación, son el ayer inmediato, tan cercano y presente que confluye en la actualidad y forma parte de ella. Además, el idealismo liberal prevalece y trasciende al tiempo, la figura Juarista vive y se erige colosal recordándonos y manteniendo vivos los valores de la república, la defensa del poder civil, la importancia de las instituciones, la libertad de pensamiento, la igualdad entre los hombres y, como resultado, el bien de la Humanidad y de nuestro México en particular. Benito Juárez, mexicano, lo vio, lo transmitió y lo dejó plasmado en la conformación de nuestra República.

Merecidos son todos los elogios que se le brinden, pues ellos mantienen, conjuntamente con la obra de los grandes liberales que la Masonería ha forjado, definido el curso de ésta Institución y nos recuerdan el significado de la frase que resume su pensamiento: “Entre los Hombres como entre las Naciones, el Derecho al Respeto Ajeno, es la Paz” o lo que para nosotros es común, “Libertad, Igualdad y Fraternidad”.

"Juárez fue una de aquellas almas complejas y ricamente dotadas de la más alta humanidad, y también él mas popularmente glorioso de los mexicanos porque él, más que ningún otro, sintió y reflejó el suplicio moral de la Patria; porque él, más que ningún otro, creyó en la patria; porque él mas que ningún otro, adivinó el porvenir de paz y de trabajo de la patria"

Don Jesús Urueta (21 de marzo de 1906)

Así, mis QQ.·. HH.·., el presente trabajo surge como una invitación a la reflexión en torno a Benito Pablo Juárez García, donde, aunque sea en forma sucinta, veremos algunos datos relevantes de su biografía, pensamientos con los que nos regaló y, ante todo, su trascendencia en la Orden, esto es, el Simbolismo de Juárez en la Masonería.

Benito Juárez

(1806-1872)

Fecundos y perennes frutos ha producido la Masonería. Recipiente y celosa guardián de tradiciones filosóficas e intelectuales frente al pensamiento conservador de todas las épocas, ha cobijado a espíritus visionarios, transformadores de su entorno, hombres que ambicionaron llevar a las masas el fermento revolucionario por excelencia: la Libertad.

La plataforma Juarista retoma el simbolismo de la Masonería pues ésta es una institución de la moral, muy interesada en el arte de bien gobernar dentro de los principios básicos de libertad, igualdad y fraternidad en su sentido filosófico más amplio, sin embargo, aunque mucho se ha dicho del derecho del hombre y la mujer a vivir su propia vida dentro de un plano de igualdad con sus semejantes, muy poco se ha hecho para ver realizado este sueño del derecho humano.

Benito Juárez fue Masón, hermano nuestro, como también fueron masones quienes lucharon en los movimientos libertarios de la Independencia, no solo de México, sino de la mayoría de las naciones. El México de Juárez, en su niñez, es el México insurgente de Hidalgo, Morelos y Guerrero; el México de Fray Servando, el Dr. Mora y Gómez Farias, el de su juventud y el de su madurez, el México de Santa Anna y Miramón. Juárez vivió el crecimiento doloroso de una nación que pugna por arrancarse las supervivencias coloniales desenfrenadas que la ahogan, coronadas por un clero ultramontano, desesperado por conservar fueros y privilegios, con una cauda caciquil y militarista que no mira otro interés que no sea el de apoderarse de los raquíticos frutos del Erario Publico.

No debemos olvidar que Juárez transcurrió su vida masónica desde el Rito Nacional Mexicano, donde, también, llegó al último peldaño que dicha organización tenía reservado para los Grandes Lideres exclusivamente. Como referencia, diremos que el 22 de agosto de 1825 se fundó el Supremo Gran Oriente del Rito Nacional Mexicano para responder a la necesidad que existía en México de una masonería de corte nacionalista que defendiera los intereses de la Patria. Tal entorno es precisamente el que Juárez haría suyo y en el que sus ideales encontrarían fecundo caldo de cultivo. A partir de la fundación del Rito Nacional Mexicano y hasta 1868, la máxima autoridad del rito recayó en los Grandes Maestros de la Orden, y de 1869 a la fecha, en los Grandes Luminares y Grandes Maestros de la Orden. Desde entonces y en forma ininterrumpida han ocupado estos cargos grandes mexicanos entre los cuales, de 1868 a 1869, Benito Pablo Juárez García, fue el Gran Luminar Gran Maestro de la Orden en el Rito Nacional Mexicano.

La historia de nuestro país está plena de paladines que buscaban patentizar en la forma de gobierno los principios libertarios que la masonería ha defendido por sistema y convencimiento propio. En el caso que nos ocupa, el gran líder que surgió entre los liberales a mediados del siglo XIX, fue un indígena, Benito Juárez, que llegó a trascender por su integridad y firme lealtad a la democracia. Durante 25 años Juárez fue la figura central de la política mexicana.

Durante sus primeros doce años, después de no haber conocido a sus padres quienes sucumbieron cuando el contaba apenas tres años de edad, los dedicó al pastoreo, pero su afán de leer y escribir, a diferencia de los demás indígenas, pronto lo distinguió y llevó a dejar su tierra para dirigirse a la ciudad de Oaxaca.

Con el auxilio de quien le dio trabajo en su taller de encuadernación, ingresó al Seminario de Oaxaca primero, y posteriormente al Instituto de Ciencias y Artes del Estado para graduarse con el equivalente a lo que hoy constituye la carrera profesional de abogado, misma que ejercería en forma después de 1852.

A los 25 años ya era regidor de la capital, dos años mas tarde, diputado local y magistrado a los 28 años solamente. A los 35 es nombrado Juez de primera instancia del ramo civil y hacienda. Antes de llegar a los cuarenta, contrae matrimonio con Margarita Maza, hija del italiano que dio trabajo a la hermana de Benito Juárez.

Ya en 1844 se desempeña como secretario de gobierno y es, paralelamente, nombrado fiscal segundo del Tribunal Superior del Estado. En 1847 forma parte del Congreso Constituyente como diputado electo brevemente y ocupa, a finales de ese año, la gobernatura interinamente de su Estado natal, siendo electo un año mas tarde como Gobernador Constitucional.

En 1857, Ignacio Comonfort lo nombra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, titulo ratificado por el Congreso, convirtiéndose en vicepresidente de la Republica. Cuando Comonfort se da a si mismo un golpe de Estado, por mandato de Ley, Benito Juárez asume la Presidencia de la República.

A pesar del descalabro sufrido, el R.·. N.·. M.·, bajo el cual trabajaba Juárez, no cejó en sus esfuerzos por llevar a cabo reformas tendientes a la libertad civil, lo cual logró con la Constitución de 1857 y posteriormente con las Leyes de Reforma, ambas generadas en los talleres masónicos donde Juárez trabajaba interpretando el milenario y rico simbolismo que alimenta nuestra Orden.

En tanto el gobierno liberal emanado de la masonería, encabezado por Benito Juárez aplicaba sus reformas, los conservadores continuaban con sus intentos de traer un monarca europeo para consolidar su modelo político, en esta ocasión, gracias a las ansias expansionistas de Napoleón III, sus esfuerzos se vieron coronados con el éxito, logrando imponer, con ayuda del ejercito francés, un imperio con Maximiliano de Habsburgo a la cabeza; aunque nunca lograron controlar todo el territorio nacional.

A Juárez y a su Pueblo jamás los alteraron ni las victorias ni las derrotas, ni los elogios ni las diatribas. Combatiendo contra fuerzas siempre mas grandes, actuaron sin calcular ni precaverse de fracasos, sino en aras de un deber impuesto por la obligación de supervivir a cualquier desastre. Juárez y su Pueblo invulnerables a la desgracia y al desaliento, fueron una sola voluntad de vencer cuanta adversidad interna o externa se opusiera a su destino. Juárez y su Pueblo resultaban insoportables ya no solo a sus enemigos, sino aun a algunos liberales de su tiempo, porque inertes en ocasiones, sufrían impasibles ambiciones y aberraciones de la politiquería y el militarismo.

En la actualidad, aunque la invasión ha dejado de ser militar para convertirse en económica y hasta informática, resulta imprescindible recordar y analizar la vigencia de las palabras de éste prócer en relación al ejercicio público del poder ya que, independientemente de filias y fobias partidistas, independientemente de si el voto fue o no respetado o de si la alternancia obedece a intereses internacionales, aquello que no supimos hacer valer, considero que es nuestra obligación no solo recordar sino mantener vigente en el ánimo de nuestros futuros gobernantes de un renovado y actualizado conservadurismo:
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MensajeTema: Re: El Simbolismo de Juárez en la Masonería   El Simbolismo de Juárez en la Masonería Icon_minitimeVie Dic 12, 2008 8:40 am

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1 de 2

De: Alias de MSNMaster_La_Polaca2 Enviado: 16/05/2006 13:40

“BAJO EL SISTEMA FEDERATIVO, LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS, NO PUEDEN DISPONER DE LAS RENTAS SIN RESPONSABILIDAD. NO PUEDEN GOBERNAR A IMPULSOS DE UNA VOLUNTAD CAPRICHOSA, SINO CON SUJECIÓN A LAS LEYES. NO PUEDEN IMPROVISAR FORTUNAS, NI ENTREGARSE AL OCIO Y A LA DISIPACIÓN, SINO CONSAGRARSE ASIDUAMENTE AL TRABAJO, DISPONIÉNDOSE A VIVIR, EN LA HONRADA MEDIANÍA QUE PROPORCIONA LA RETRIBUCIÓN QUE LA LEY LES SEÑALA”

El gobierno federal, la libertad de expresión y otras libertades civiles tomaron cuerpo, repito, en la Constitución de 1857, a la que los grupos conservadores se opusieron encarnizadamente. Estos últimos estaban apoyados por España, y en 1858 la guerra de Reforma o guerra de los Tres Años, entre grupos conservadores y liberales, devastó a México. El gobierno de Juárez era apoyado por Estados Unidos y, en 1860, los ejércitos juaristas habían triunfado definitivamente. Entre tanto, como presidente provisional entre 1858 y 1861, Juárez había emitido, desde Veracruz las Leyes de Reforma (1859) que decretaban la nacionalización de los bienes de la Iglesia, la ley del matrimonio civil, la separación de la Iglesia del Estado, la ley del registro civil, la secularización de los cementerios y los hospitales, la de días laborables y festivos y, finalmente, la libertad religiosa.

Respecto de la educación, Juárez sentenció:

"La instrucción es la base de la prosperidad de un Pueblo, a la vez que el medio mas seguro de hacer imposibles los abusos del poder. Nunca olvidaré que soy hijo del Pueblo, por el contrario, cuidaré que mis coterráneos se ilustren, se engrandezcan con la cultura y crean en el porvenir; que salgan del camino del desorden, de los vicios y de la miseria."

Así mismo, se pronunció por el laicismo al decir:

"Es conveniente que no ponga a sus hijos bajo la dirección de quien pretenda dominarlos, ni de ninguna orden sectaria, no importa cual sea su religión. Que aprendan a filosofar, esto es, que aprendan a investigar el porque o la razón de las cosas para que en su tránsito por este mundo, tengan por guía la verdad y no los errores y preocupaciones que hacen infelices y desgraciados a los hombres y a los Pueblos"

Las causas de la inconformidad del clero en México provienen en términos generales; de su inmensa fortuna y la enorme extensión de la propiedad territorial en poder de la iglesia desde la colonia hasta nuestros días contrarrestada enérgicamente por las Leyes de Reforma, la Constitución de 1917, las Leyes en que de ella dimanaron y la acción eficaz de los Gobiernos Revolucionarios alimentados del espíritu liberal Juarista, la conclusión de un régimen de privilegios y concesiones extraordinarias, la liberación de las conciencias oprimidas por un régimen opresor de fuerzas materiales, dogmas, amenazas y mentiras que integran un fanatismo, oscurantista y torpe que impedía estudiar serenamente los problemas del cosmos de acuerdo con los conocimientos científicos; el reconocimiento de que solo al Estado le incumbe ejercitar las atribuciones que tienden a realizar los fines de los Pueblos impidiendo la intervención de obispos, frailes y demás religiosos, en todo asunto que solo a los representantes, de la nación corresponde considerar y por último la intervención del Estado orientando las conciencias de las masas, en el taller, en el campo y en la escuela laica, metodizando el estudio del conocimiento humano para una manifestación de sus necesidades, para mejorar la vida del ciudadano y llevar un hábito de libertad y bienestar, un pedazo de Tierra y una conciencia libre.

Con el propósito de desobedecer la Constitución y las Leyes de Reforma y de evitar que el elemento católico que desempeñaba puestos en la administración pública prestaran la protesta de ley, el clero decretó la excomunión para todas aquellas personas que rindieran aquella protesta, declarando, por medio de pastorales de sus obispos y de sermones que públicamente pronunciaban los sacerdotes, que aquellas personas, o sea los católicos, no debían obedecer la Constitución de la República y las susodichas leyes. Pero no se conformó con esas medidas, sino que, incitando al Pueblo creyente a la rebelión, provocó diversos levantamientos patrocinados personalmente por sacerdotes, especialmente en los Estados de Michoacán y México, cometiéndose toda clase de crímenes en contra de los particulares y de las autoridades.

Los levantados que eran designados con el nombre de "cristeros", asaltaban poblaciones indefensas, asesinaban, violaban y robaban y fue tal la magnitud de sus crímenes que en Angangueo hicieron prisionero al Presidente Municipal, le untaron en el cuerpo brea y le prendieron fuego, por el solo hecho de haber protestado la Constitución.

Elegido presidente en 1861, Juárez comenzó a poner orden. Una de sus primeras acciones fue la suspensión del pago de intereses a la deuda extranjera adquirida por los gobiernos precedentes. Molestos con su decreto, Francia, Gran Bretaña y España decidieron intervenir conjuntamente para la protección de sus inversiones en México. El primero en actuar fue Napoleón III de Francia. Una expedición conjunta ocupó Veracruz en 1861, pero cuando las ambiciones colonizadoras de Napoleón se hicieron evidentes, los británicos y españoles se retiraron en 1862.

Durante un año las tropas francesas libraron su camino a través de México y finalmente entraron en la capital en junio de 1863. Juárez y su gabinete huyeron, mientras que un gobierno conservador provisional, apoyado por los sectores monárquicos del país, proclamó el Imperio mexicano y ofreció la corona, a instancias de Napoleón, a Maximiliano I, archiduque de Austria.

De 1864 a 1867 Maximiliano I y su esposa Carlota gobernaron el Imperio, pero en 1865, bajo presión de Estados Unidos, que seguía reconociendo a Juárez, Francia retiró sus tropas. Las fuerzas de Juárez recobraron el país después de que los franceses se retiraran en 1867, y las tropas republicanas, bajo el mando del general Porfirio Díaz, ocuparon la ciudad de México. Maximiliano I, sitiado en Querétaro, fue obligado a rendirse y, después de un consejo de guerra, fue fusilado.
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MensajeTema: Re: El Simbolismo de Juárez en la Masonería   El Simbolismo de Juárez en la Masonería Icon_minitimeVie Dic 12, 2008 8:41 am

Código:
2 de 2


De: Alias de MSNMaster_La_Polaca2 Enviado: 16/05/2006 13:40

Nuevamente Juárez se encontró con numerosos sectores que se oponían a su gobierno, no obstante que cuando en 1867 Juárez hacia su entrada triunfal en la capital, su gloria era manifiesta y legible en un sinnúmero de carteles, de banderas, de arcos de triunfo, repitiendo al unísono una sola frase: El Pueblo de Juárez. En 1871, después de una dudosa elección, el Congreso reeligió como presidente a Juárez. Porfirio Díaz, uno de los candidatos que había sido derrotado, encabezó una insurrección sin ningún éxito. Juárez murió en 1872 y fue sucedido por Sebastián Lerdo de Tejada, presidente de la Suprema Corte. En 1876, cuando Lerdo de Tejada vislumbraba la reelección, Díaz encabezó otra rebelión. En esta ocasión tuvo éxito y fue elegido presidente.

Treinta años después de su muerte, la generación que conoció a Juárez estaba en condiciones de justipreciar sus meritos con cierto grado de desprendimiento y reflexión. Bulnes fue su principal detractor exaltando los debilidades de ese hombre que el Pueblo quería poner en un pedestal eterno. El héroe nacional salió vindicado, pero se reconocieron sus defectos como los de todo hombre y al despejarse el polvo de la contienda, se hizo la balanza y se estableció un promedio, aceptado por común acuerdo, que fue incorporado a la tradición corriente.

Se convino en que Juárez fue inferior en formación intelectual sus principales colaboradores pero tuvo el don de evocar y de aprovechar sus talentos en beneficio de la nación. Fortaleza, fe, tenacidad, patriotismo y probidad eran virtudes innegables que el patricio demostró, no obstante, según un veterano de la oposición declarara en 1871, era un hombre honrado, justiciero y esclarecido ciudadano pero llegándose al punto capital para el de defender el poder contra cualquier clase de personas, se volvió intransigente, su cubría los ojos de una venda espesa y entonces eran nada para el los mayores atropellos y los mayores escándalos. Si era necesario, mandaba que el dinero se sacara de las cajas publicas; si los enemigos se le presentaban al paso, los mandaba matar; si se necesitaba pasar por encima de la Constitución, la ponía en suspenso para mantenerse en el poder por medio del terror, del que también llegó a ser partidario.

Ordeno hecatombes en Tamaulipas, Sinaloa, Puebla y Yucatán. Pero la misma requisitoria era aplicable a Díaz y, un clavo sacaba a otro. El hombre era ambicioso, no era entero, el hombre era humano y sus defensores, reconociendo el punto vulnerable, le prestaron un servicio reintegrándolo a la humanidad normal. A la vuelta del siglo nuevas fuerzas o quizá las de siempre revestidas de nuevas formas, surgieron y reformaron una vez mas la inmortalidad de Juárez.

La oposición del tiempo, deshaciendo lo transitorio, conserva el elemento indestructible de su obra. Su inmortalidad trasciende las vicisitudes mutables del destino humano y sobrevive, de generaciones en generación, perpetuado por el progreso que supera al suyo, porque en el suyo se cimienta. Su obra perdura precisamente por ser inacabada, por ser un paso hacia delante y porque el adelanto es interminable. Juárez subsiste como todos los héroes de la humanidad. Por transubstanciado por el transcurso del tiempo en la circulación de su sangre cordial, por alejado que sea su mundo y trasnochada su obra, y transmutada la forma de sus ideas, el espíritu que le inspiraba no es anacrónico y no puede perecer por incompleto, pues el liberalismo que le inflamaba, no termina su perenne lucha contra la mano poderosa del cómodo conservadurismo.

Como se puede observar, es procedente afirmar que la masonería influyó positivamente en Juárez, su ideario quedó plasmado en nuestra historia a través de su incansable lucha por la Patria. Pero también, aunque poco se habla hoy de ello, quiso enriquecer a la Masonería siguiendo los pasos de QQ:. HH:. que le antecedieron en ésta Augusta Institución. Por ejemplo, en el Congreso General del año de 1833, el R.·. N.·. M.·. decidió iniciar una serie de reformas, la más importante hacia adentro, que consistía en incluir a la mujer en la masonería, ya que en sus manos está la formación de los futuros ciudadanos, de tal suerte que Juárez haría suya ésta lucha posteriormente.

No obstante el ejemplo de Don Benito Juárez y de grandes pro-hombres que a lo largo de la historia han luchado férreamente por la libertad, generalmente todos ellos HH:. y a pesar de que deberíamos ser una institución madura y completa en nuestro humanismo, por pueriles temores y arcaicos atavismos, desdeñando el determinismo de verdaderos visionarios de la libertad como Juárez, hemos segregado a la mujer y despreciamos el factor de unidad que proclamamos ante la Humanidad. Decimos que la masonería es un faro guía y levantamos una muralla de aislamiento a nuestra ideas, principios y realizaciones. Decimos que nuestra institución, paladín de la libertad, es progresiva, sin embargo, nos ponemos a la zaga en la defensa y reconocimiento del derecho de la mujer al saber. Estos hechos tendenciosos y por demás anacrónicos, nos colocan, en cierta parte, contra el progreso de la raza humana al violar un derecho de un congénere. Juárez lo entendió y nos dejó ésta frase:

"Formar a la mujer con todas las recomendaciones que exige su elevada misión, es formar el germen de regeneración y mejoramiento social. Por eso deberemos tener especial cuidado en saber educar a la mujer. Jamás deberemos descuidar este principio, pues de el depende, en gran parte, con el mejoramiento de nuestro Pueblo, su felicidad. La mujer es nuestra compañera, y como a tal, y jamás como esclava, debe ser tratada, Elevándola, nos elevamos nosotros mismos."

En ese mismo Congreso, las reformas no quedaron dentro de las cuatro paredes del Templo, sino que, hacia afuera, decidieron luchar por la abolición de los fueros militares y eclesiásticos, la separación de la iglesia y el estado, la educación laica, la secularización de los bienes eclesiásticos, la libertad de cultos, etc. Todos éstos asuntos siempre los llevó Juárez consigo, todos ellos los aprehendió en la Masonería y para todos ellos, su memoria de fe, inició una inquebrantable cruzada cuyos frutos, a la postre, recibimos todos nosotros.

El liberalismo o la masonería, coincidiendo con Juárez, está en la obligación de luchar por todos los medios, a su alcance, contra los imperios coloniales, sean de territorio, económicos o culturales y sus ambiciones de dominio y explotación. Hacer lo contrario, refugiándose en un conformismo que denigra, sólo nos colocaría en la irregularidad más abyecta. El liberalismo es acción, jamás conformismo.

El arma que con más frecuencia se utiliza para anular la acción del liberalismo es la política. Dícese que la política está prohibida en la Orden. No hermanos lo que prohíbe la institución masónica es la política partidista en sus logias, jamás la política de altura que encarna el arte de bien gobernar; negarlo, sería colocarnos de espaldas a la realidad. Juárez trascendió éstos cuatro muros e hizo que los ideales Masónicos fueran un ejercicio en la patria: QQ.·. HH.·. Ese es el ejemplo que debemos seguir en nuestra Logia, nuestra casa, nuestra colonia, nuestro Estado, nuestra Patria, ... nuestro mundo. Los masones, por juramento, nos debemos a la Humanidad.

Señala - y coincido con él – nuestro Q:.H:. Valdemar Portillo que si Juárez viviera hoy, reformaría el Art. 130 Constitucional regresándolo a su estado original, desligaría el partido oficial del gobierno, implantaría la democracia, acabaría con los funcionarios todologos y con la improvisación, acabaría con concertacesiones entre gobierno y partidos, aplicaría la Ley de Responsabilidades Publicas a servidores públicos que se han servido del poder, pactaría con gobiernos extranjeros para incautar las fortunas de funcionarios corruptos connacionales, haría un último y equitativo reparto de tierra, acabaría con el latifundismo disfrazado, impulsaría una seria reforma educativa y reformaría la economía nacional. ¿No son éstas acciones derivaciones del pensamiento masónico? ¿no fue lo que Juárez hizo en su tiempo y que, por lo menos, nosotros los masones que nos autonombramos liberales y defensores del bien común hemos permitido con un cómodo conformismo y una taciturna apatía y mediatización generalizada que hayan, poco a poco, sido truncadas sus acciones y vuelto a su status conservador ahora bajo el nombre del tan malentendido “liberalismo económico” y la tergiversada globalización?

Así, basta de ser cómplices de acciones que están propiciando la decadencia de nuestra Institución, de actitudes antifraternales, de la casi nula presencia de nuestra Orden en la sociedad civil, de estar cavando la tumba de nuestra Institución con ineficiencia y mediocridad y de no cumplir nuestros Juramentos Masónicos.

¿Cuál es entonces el Simbolismo de Juárez en la Masonería? El respeto al derecho de nuestros congéneres, el cumplimiento de nuestros deberes, la constante introspección para estudiarnos a nosotros mismos a fin de corregir nuestros defectos y, conjuntamente, el ejercicio permanente de la razón para destruir los sofismas que extravían la inteligencia, debe ser una constante en nuestro actuar.

Juárez representa no solo al Pueblo de México, sino a todos los Pueblos explotados y sojuzgados de el mundo, no es el apóstol regional de una filosofía interna, sino que su pensamiento tiene una validez tan amplia, que, hoy por hoy, las nuevas corrientes del derecho internacional, el planteamiento de la paz, la posibilidad de la convivencia pacifica, la cooperación y el comercio, tienen su fundamento en la profunda verdad de sus concepciones pletóricas de Humanidad.

El masón sabe que la carta de 1857 y el impulso iconoclasta de las Leyes de Reforma, son los antecedentes directos de la Revolución de 1910 y de la Constitución de 1917 y que el Porfiriato significa la frustración del ideario liberal y el resurgimiento de nuevas formas de coloniaje. Pero los mexicanos de hoy, han aprendido la lección de Juárez, la que enseña que la Ley Civil, cuando corresponde al sentimiento del Pueblo, es mas poderosa que la Excomunión y que la Espada; saben que la Ley Constitucional es capaz de normar y encauzar la existencia de la Nación y que ningún tipo de dictadura, de no ser la de la Ley, puede imperar en México. Ello a pesar de quienes fingen no tener fe en la Constitución.

Vasconcelos señaló que nuestras instituciones liberales son intocables tan solo mientras no seamos capaces de producir algo mejor, pues no basta para resolver los problemas contemporáneos inspirarnos en el libro sagrado de nuestras leyes, sin tener presente las luces de nuestra edad y sus doctrinas fecundas. El alcance de las fuerzas humanas es limitado, porque cada generación tiende a hacerse autónoma, porque cada individuo esta en lo justo si considera que su vida y su duda y su problema son únicos y es el mismo, el obligado a aumentar esa vida y a resolver ese problema único.

De nada sirve estar presente de frente a la sociedad conmemorando el natalicio o aniversario luctuoso de la muerte de Juárez si no practicamos su ideario que proclamamos como enteramente coincidente con la Orden. De nada sirve el casi dogmatizar al preocuparnos por mantener un busto o pintura de Juárez en cada Tall:. si no luchamos, brazo con brazo, contra los diversos males que aquejan a la Humanidad en general y a nuestra Patria en lo particular, como lo realizó el Benemérito de las Américas y todos aquellos masones que libertaron las conciencias, Bolívar, O´Higgins, Miranda ....

El hombre no puede vivir plenamente, si no hay algo capaz de llenar su espíritu hasta el punto de desear morir por ello.<O:P> </O:P>

El pensamiento de Juárez está vigente, porque él fue un profundo conocedor de la estructura del hombre y de la naturaleza, así como de los intercambios que debe realizar el hombre con ella, mediante sus pensamientos, sus sentimientos y sus actos.

Es cuanto

Santiago Galvan Espinosa
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MensajeTema: Re: El Simbolismo de Juárez en la Masonería   El Simbolismo de Juárez en la Masonería Icon_minitimeVie Dic 12, 2008 8:42 am

De: Alias de MSNAlma_Rebelde305 Enviado: 26/05/2006 23:57
Hola, tengo una duda:

Dice el mensaje 1:

"la figura Juarista vive y se erige colosal recordándonos y manteniendo vivos los valores de la república, la defensa del poder civil, la importancia de las instituciones, la libertad de pensamiento, la igualdad entre los hombres y, como resultado, el bien de la Humanidad y de nuestro México en particular. Benito Juárez, mexicano, lo vio, lo transmitió y lo dejó plasmado en la conformación de nuestra República."

Comentario: La defensa del poder civil (aplica aquello de: "Para los amigos justicia y gracia, para los demás, simplemente justicia"?)

La importancia de las Instituciones...bueno, si.

La libertad de pensamiento: Aquí está lo mejor. Sabemos que Libertad significa: "tener la opción de elegir", por lo cual yo pregunto: Existe la opción de elegir, cuando te persiguen por ser de determinada religión (en éste caso católico), ¿Cuándo te imponen los ideales "liberales" -no a la religión, culto a los heróes...perdiendo de vista lo esencial?; es decir: ¿Puede un liberal en nombre de su ideología, imponerte la censura, la represión, y sus ideas como lo hace el sistema escolar LAICO Y GRATUITO? Sabemos que no. ESE es el contrasentido -en mi opinión- del liberalismo masónico que promovió a Juárez. Fue un poder, detrás de otro poder. ¿Hasta donde influyó la masonería en los actos de Benito Juárez? Hay hechos históricos que prueban la gran atadura que el susodicho tenía con 3 países en especial: Colombia, Inglaterra, y E.U.

IGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES: Disculpen, pero no entiendo. ¿De qué igualdad hablan?...si

-Siendo indígena se avergonzó de los suyos (de eso Hispanud podrá contarles mejor que yo)
- Despojó a los indígenas de las tierras comunales, con lo cual creo a futuro un botín para los sucesivos conflictos.
- A consecuencia de los vicios educativos (intolerancia, resentimiento, indisciplina, y demás antivalores inculcados en la educación oficial), se amplió la brecha entre las generaciones, donde tenemos unos alumnos egresados de escuelas ultramodernas de primer mundo; mientras hay otros que a duras penas logran graduarse con pobres resultados. El problema no son la instalaciones, el problema es el contenido ideológico con el cual les contaminan. Ejemplo: Los universitarios son muy valiosos, son una gran fuerza social...pero juntos en bolita. ¿Qué es un universitario recién egresado en busca de trabajo, de oportunidades? Sólo un pobre desempleado más. Ahí lo que importa es su bagaje cultural, ¿qué aprendiste en marchas, y discursos?, bueno...suerte.

¿El bien de la humanidad? ¿Qué hizo Benito Juárez por "la humanidad"? Colombia le regaló el título de "Benémerito de las Américas" por cuestiones sentimentales.- sospecho.

Dice el texto:

Benito Juárez, mexicano, lo vio, lo transmitió y lo dejó plasmado en la conformación de nuestra República."

AR: Debo reconocer con tristeza que es CIERTO. En mi opinión hay 2 grandes ex, que nos han hecho daño a largo plazo: Venustiano Carranza y su Constitución de 1917, que nos heredó un presidencialismo sofocante gracias al cual sobrevió el PRI, y la figura de Benito Juárez. Ese culto exacerbado que raya en el fanatismo nos ha hecho mucho daño, sobre todo porque por su naturaleza no lo vemos, y entonces en lugar de corregirlo, lo celebramos.

Esa es mi muy humilde opinión,

Gracias por leerme,

AR
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El Simbolismo de Juárez en la Masonería
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