Seduce y se lleva a menor un sacerdote

"Este hombre no es Dios", aseguró Oliver Martínez Titaux, hermano de Ana Jimena, de 17 años, quien fue hasta Cholula, Puebla, para encontrarse con su hermana y regresar juntos a su hogar, de donde huyó la joven el pasado 15 de febrero luego de que sus padres le recriminaron la relación sentimental que sostenía con el sacerdote Gerardo Romero Hernández.

Oliver añadió que su familia pedirá que se sancione a Romero Hernández y en caso de que no sean escuchados por la Procuraduría de Justicia del Estado de México, acudirán a la Procuraduría General de la República, en donde les ofrecieron apoyo.

El procurador Alfredo Castillo Cervantes informó en conferencia de prensa que no pesa ninguna acusación contra Romero Hernández, quien "puede moverse libremente".

"El tema es que aquí para lo que tendría que ver con algún tipo penal no se configuraría la privación de la libertad, ni el estupro, ni la violación equiparada", afirmó el funcionario.

Ana Jimena desapareció de su hogar, en el fraccionamiento Las Alamedas, en Atizapán, el 15 de febrero y al día siguiente sus padres iniciaron una denuncia penal, además de que hicieron público que el cura Gerardo Romero, de la parroquia La Eucaristía, de dicha comunidad, estaba relacionado con la desaparición de la joven, con quien sostenía una relación sentimental.

Oliver relató que la noche del 22 de febrero viajó hasta la iglesia San Pedro Apóstol, en Cholula, y se encontró con su hermana; llevaba ropa nueva y sólo una pequeña bolsa con sus cosas.

"La pude contactar por medio de messenger y me dijo que estaba bien, que estaba en Cholula, Puebla, y que si podía confiar en mí, que no quería meter a las autoridades. Le dije que sí, que confiara, que me dijera dónde estaba y que yo iba por ella", relató Oliver.

Mencionó que "el sacerdote la tenía bien trabajada. Ya estuve hablando con ella, diciéndole que a la mejor ella no se dio cuenta pero él buscaba otro fin".