AMLO: ocaso de una estrella

En diversas ocasiones he señalado el ocaso de Lopez Obrador, siempre sancionado por sus seguidores supe ver aunque no explicar claramente las señales que marcaban la caida del sin duda el lider populista mexicano mas importante de lo que va este siglo, no es un lider de izquierda vamos ni siquiera es de izquierda, el describio su proyecto como un movimiento y despues el mismo lo califico como "El movimiento soy yo"

"Los hombres trascienden las instituciones perduran" - fue una frase que me dijo el LIc. Carlos Castilo Peraza siendo presidente nacional del PAN en un viaje al municipio de Jonuta ahi por 1990 y a pesar de dudarlo ahora le doy la razon, Lopez Obrador trascendio para bien o para mal, pero sin duda un movimiento AD-HOC no perdura, muy tarde pretende montarlo en 2 etructuras cuestionadas el PT de origen Salinista su enemigo a modo ó Convergencia fundado por un ex-gobernador que estubo en prision por peculado y salio sin ser claro si regreso lo que se robo.

Interesante analisis de Carlos Ramirez no puede evadir la lectura si pretendes comprender.

Master La Polaca
=================
+ AMLO: ocaso de una estrella

+ Apoyan sólo el PRI y Salinas

Hay varias viñetas para ilustrar el desplome de Andrés Manuel López Obrador:

1.- En el año 2000, el gobernador de Zacatecas, el entonces perredista Ricardo Monreal Avila, fue convocado a una cena especial de varias personalidades con el ex presidente Carlos Salinas. Un testigo presente narró la pequeña historia: Monreal tenía un familiar gravísimo pero esperó como tres horas a que llegara Salinas. Cuando saludó al ex mandatario, Monreal le dijo: “Presidente, sólo me esperé parea saludarlo y decirle que estoy para lo que usted indique”. Acto seguido se disculpó para ir a visitar a su familiar. Hoy Monreal es pieza clave del grupo de López Obrador.

2.- La semana pasada, el miércoles 10 de diciembre, el senador perredista Carlos Navarrete se reunió en un desayuno, en el restaurante Miró, con el ex dirigente Leonel Cota, quien había sido designado presidente del PRD por dedazo directo de López Obrador. Al día siguiente, su prima Josefina Cota renunció a la bancada del Partido del Trabajo y regresó a la del PRD. Ello significó un golpe duro contra el FAP y sobre todo contra AMLO, quien tuvo que ordenarle a Monreal que se saliera del PRD y se pasara al PT para que este partido no perdiera sus prerrogativas como bancada.

3.- Las primeras decisiones de Jesús Ortega como presidente nacional del PRD fueron en el sentido de recuperar el espacio para el partido y sacarlo del control que tenía López Obrador. Luego interpuso una demanda para impedir el uso del nombre de Frente Amplio que López Obrador quería para su coalición Convergencia-PT. Pero el sentido de estos movimientos fue claro: López Obrador quedó fuera del PRD. Y su objetivo era buscar la fusión de Convergencia-PT para crear el Partido del Frente Amplio. La decisión de Ortega le quitó a López Obrador un nombre que pensaba capitalizar para su movimiento.

4.- Nacido de la movilización popular de grupos beneficiarios de los programas asistencialistas del gobierno de López Obrador en el DF, la base social del lopezobradorismo se agotó en la noción de movimiento, es decir, de bases sólo para la movilización y no una clase política formal. Los liderazgos lopezobradoristas forjados para los cargos públicos se quedaron en el GDF y fueron cooptados por Marcelo Ebrard o regresaron al PRD para tener mejores oportunidades. El fracaso de la base de López Obrador fue evidente: gastó millones de pesos en capacitación para la protesta y la movilización violenta pero a la hora de la reforma electoral lo dejaron solo. La imagen de la derrota fue ver a López Obrador de pie durante casi siete horas afuera de la Cámara de Diputados, con sus adelitas ausentes, mientras adentro el PRD avalaba la reforma.

5.- La protesta por el 2006 ya se terminó, aunque López Obrador se siga ostentando con el cargo de “presidente legítimo”. En su libro Así lo viví, el ex consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, demostró que López Obrador engañó concientemente a sus seguidores y se apropió de la mentira de su supuesta victoria. López Obrador perdió pero siempre supo que el reconocimiento de su derrota significaba el fin de su liderazgo. Por eso inventó la farsa de la presidencia legítima, con toma de posesión, su Silla del Aguila, banda presidencial, protesta constitucional y… todo lo demás.

6.- López Obrador ha construido un movimiento sobre dos bases: de un lado, las masas acarreadas que controla su operador político Remé Bejarano, el mismo que apareció recibiendo fajos de dinero de la corrupción. De otro, un primer círculo de poder formado por priístas y operadores políticos de Carlos Salinas de Gortari. Destacan Manuel Camacho, el arquitecto del salinismo y quien le había prometido protección a Salinas a cambio de la candidatura, y Porfirio Muñoz Ledo, asesor político del presidente Gustavo Díaz Ordaz en el octubre de Tlatelolco y operador político del presidente Echeverría el día del halconazo. Y su comunicador de cabecera es Federico Arreola, quien había pedido la reelección de Salinas porque era el mejor presidente de la historia de México.

7.- Las cifras alegres de los lopezobradoristas señalan la existencia de 2 millones de militantes. Pero no aclaran que están registrados como miembros del “gobierno legítimo” y que buena parte de ellos continúa siendo perredista. A la hora de registrar el movimiento en el IFE para convertirlo en partido, habrá de aclararse cuántos de esos millones realmente van a salirse de PRD y a registrarse en el nuevo partido. Las cifras no ocultan el fracaso: de los 15 millones de votos que acumuló López Obrador, resulta que apenas 2 --el 13%-- le fue leal. Y el PRD formalmente sigue ejerciendo la influencia de 13 millones. Al final, el objetivo de López Obrador era quitarle al PRD 8 millones de militantes. Con todo, se estima que López Obrador podría tener una base política real de 150 mil personas con credencial de elector.

La imagen del hombre que casi gana la presidencia de la república es de desolación. Le ocurrió a Marcos: luego de haber sacudido y liderado al país y arribado en el 2000 con el apoyo de 2 millones de personas, a mediados de año encabezó una marcha de los atencos de no más de quinientas personas, ante la mirada pasiva de los ciudadanos. López Obrador fijó su menguado liderazgo político el día en que se aprobó la reforma energética sin la insurrección anunciada y él mismo, con su rostro de derrota y perplejidad, plantado en la calle durante siete horas, inmovilizado y derrotado, al frente de una marcha con los mismos de siempre.

www.indicadorpolitico.com.mx
cramirez@indicadorpolitico.com.mx

Según José Agustín Ortiz Pinchetti,
secretario de Relaciones Políticas del llamado "gobierno legítimo", la
estructura del movimiento lópezobradorista consta ya de 2 millones 200
mil ciudadanos (Foto: Archivo / El Universal )