Ridícula y Monárquica Ceremonia Religiosa Unión Peña-Gaviota

La boda del gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto y la actriz de telenovelas Angélica Rivera, fue un show mediático que pretendió ‘vender’ al público la imagen de una unión al estilo del más retrogrado régimen monárquico. Pero ni el político de copete envaselinado es príncipe, ni ‘La Gaviota’ es duquesa, por más que los vistan para que se vean bonitos. Aunque en pleno siglo veintiuno, España e Inglaterra se alcancen la puntada de tener regímenes monárquicos (parlamentario y constitucional respectivamente) no hay nada digno que admirar en esos sistemas y si mucho que criticar al tener monarcas que no sirven ni de ornamento, pero si les cuesta a sus respectivos pueblos millones de euros y libras esterlinas para mantener sus parasitarios estilos de vida.

No hay que perder de vista que la mayoría de los mal llamados “medios de comunicación”; televisoras, estaciones de radio, periódicos y revistas, son empresas privadas que venden imagen publicitaria puesta al servicio de la clase política y empresarial. En este caso se proyecta la glamorosa imagen de un político metrosexual que se une con una joven actriz, para formar una “linda” familia, como en las cursis películas hollywoodenses, pero con personajes del Jet Set mexicano. Todo ello va dirigido principalmente a la gente de mentalidad frívola, que por desconocimiento y falta de conciencia política piensan que “si los gobernantes roban y son corruptos, y sus esposas son bobas y tontas. Al menos que sean guapos”.

Lo cierto es que detrás de la cara de muñeco Kent y debajo del traje frac de casimir fino, está el personaje que junto con Vicente Fox, fue el principal orquestador de la brutal represión a los campesinos de San Salvador Atenco en mayo de 2006, quienes organizados en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, impidieron que el gobierno estatal y federal los despojara de sus terrenos de cultivo para construir un aeropuerto que beneficiaria no la país, sino a la clase en el poder y sus grandes negocios.

Por su parte también detrás de su cara de muñeca Barbie y bajo el vestido de seda fina de ‘La Gaviota’, está una mujer ignorante y frívola que publica en su red social: “Osea sí el PRI fue corrupto y mentiroso pero ya supérenlo no sean resentidos. Carlos Salinas ha sido el mejor presidente de México me consta.” y en el colmo de su limitada inteligencia (por decirlo decentemente) agrega: “No, los Zapatistas eran revoltosos que estaban poniendo en peligro la estabilidad de las empresas Salinas hizo bien en mandarles al Ejercito.”

Bien decía la gran Violeta Parra en su canción El Albertío “Yo no sé por qué mi Dios le regala con largueza sombrero con tanta cinta a quien no tiene cabeza. Vale más en este mundo ser limpio de sentimientos, muchos van de ropa blanca y Dios me libre por dentro.”. Pero también en México existe un refrán popular que sintetiza de manera muy sabia lo que representan estos tristemente célebres personajes: “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.