Homilía Dominical a la feligresía de San Adolfo Hitler, Xalisco

14 de Septiembre, 2009 - 00:00
Por el Lic. Mefistófeles Satanás

Hijos Míos,

Hoy les hablare de las reliquias. Estas son los trapos, tiliches, mocos secos, caspa, y hasta huesos que nos han dejado los santitos. La iglesia les da gran valor y reconoce su santidad.

Por ejemplo, cuando el comunista norteamericano llamado Mark Twain visitó Europa en el siglo XIX le mostraron unas reliquias muy santas: los clavos que se usaron en la crucifixión de nuestro señor Jesucristo. Es más, tantos clavos le fueron mostrados a Twain que él declaró que se podrían surtir varias ferreterías. Hoy en día, usted puede comprar los clavos de la crucifixión en EBay. Y el arzobispo Boca de Bagre ya está negociando con Etilio que le de lana para comprarlos.

Otra reliquia extraordinaria que tienen en Europa es el santo prepucio de Cristo. Este es el pellejito que le quitaron a Cristo cuando su circuncisión. Algunos comunistas aseguran que Cristo no era ario y que era judío. Pero ustedes saben bien que Cristo era güerito y tenia ojos azules y se parecía a un hippie gringo. Si no me creen pueden ver la pintura que cuelga en su recamara.

Pero les decía del santo prepucio, hay varias decenas de iglesias en Europa donde se conserva esta sagrada reliquia. Eso nos indica que nuestro señor Jesucristo tenía el chocho grande. Incluso unos comunistas hijos del diablo andan sugiriendo que se puede clonar a nuestro señor Jesucristo. Yo espero que no se vayan a atrever a hacer eso porque capaz que él nos pondrá a los curas una putiza y lo tendremos que volver a crucificar.

Finalmente, les diré que hay más reliquias sagradas muy importantes en Europa. Por ejemplo, en varias iglesias conservan la corona de espinas usada por nuestro señor Jesucristo. También se conservan muchas astillas de la cruz. Es más, son estas tantas que se podría hacer un buque de gran calado usándolas.

En México nuestra reliquia principal es el ayate meado de San Juan Diego. Los chicanos a veces viden la imagen de la guadalupana en una tortilla o en un huisache. Pero aparte de eso casi no tenemos reliquias ni siquiera de nuestros santos cristeros.

Aquí en San Adolfo Hitler, Xalisco, tenemos una pequeña reliquia del guerrillero cristero llamado Faustino Mondragón, conocido como la Tuza. Este guerrillero era asaltante de caminos hasta que el espíritu santo lo reclutó para que defendiera a la santa madre iglesia contra los comunistas del turco maldito. Pero los guachos lo agarraron y lo fusilaron aquí en la plaza. Conservamos como reliquia, en un relicario de oro, un pedacito del cóccix o hueso de la cola de Mondragón. Hemos estado tratando por años que el vaticaño nos lo reconozca como santo pues hay testimonios de que su cóccix cura las almorranas.

Sin embargo, les quería anunciar que hemos encontrado una reliquia extraordinaria. Verán, a raíz de la muerte del padre Maciel los comunistas lo han tratado de desprestigiar levantándole toda clase de falso y calumnias. Incluso han aparecido varias personas que reclaman ser hijos e hijas de Maciel. Y esos desgraciados hijos del diablo recientemente tuvieron una convención en el auditorio nacional en el DF con un lleno completo y han contratado toda clase de coyotes para tratar de desplumar a los Legionarios de Cristo Rey.

Pero nuestro beato arzobispo Boca de Bagre tuvo una revelación. En un refrigerador en una escuela de los legionarios el espíritu santo lo guio y le mostró este pomo congelado que aquí les voy a mostrar. Como ven es un pomo grande, de vidrio, muy pesado (ayúdeme sacristán), que mantenemos aquí en el refrigerador de la sacristía. Tiene una substancia lechosa dentro como ustedes pueden ver y no, no es mayonesa. Y es que les voy a leer la carta que el arzobispo Boca de Bagre me mandó acompañándola:

Hermano:

Os beso con el amor de Cristo y os paso el chicle. Le incluyo un pomo que el espíritu santo me indicó contiene semilla de nuestro amadísimo Padre Marcial Maciel. Quiero que se lo presentes a la feligresía de San Adolfo Hitler, Xalisco para que lo veneren. Es evidente que nuestro santo padre Maciel era más potente que un toro cebú, razón por la cual podía llenar estos pomos. No tengo evidencia de que hacían aquí los legionarios con esta semilla. Tal vez se lo daban a los chamacos como suplemento alimentario pues es contiene muchas proteínas y vitaminas. Sugiero entonces que les pidas a los feligreses de San Adolfo Hitler que se mochen para construir un megasantuario para albergar esta reliquia. Voy a arreglarme con Etilio para que te suelte una lana también pero lo tendremos que hacer calladito para que los comunistas no se enteren y jodan la movida como ocurrió con el santuario cristero. Pero mientras ve que tanto le puedes exprimir a tu gente.

Os saludo,

Salvador Boca de Bagre, arzobispo

Pos ya lo oyeron, hijos míos. Este pomo contiene la semilla santa de nuestro padrecito Maciel. ¡Finalmente San Adolfo Hitler tiene una reliquia tan importante como los clavos de la crucifixión o el santo prepucio! Váyanse mochando para que le hagamos una iglesota con un refrigerador chingón para conservarla. Sean generosos. Ya sé que están ustedes todos jodidos por “la crisis que viene de fuera” pero no se hagan pendejos. Eso no es excusa. En el cielo les serán pagados al diez por uno lo que aquí en la tierra entreguen. Móchense cabrones. Órale, sacristán, dele de campanillazos y sahúmelos. A ver, usted, ¿tiene dientes de oro? Por aquí tengo unas pinzas. Vengase para acá y abra bien la boca. Ya estuvo. Aguántese, ofrézcale su dolor a Cristo. Bien, podéis ir en paz, consumatum est, y este arroz ya se coció, aaaameeeen.