México: HASTA LOS EMPRESARIOS SABEN QUE DEBEMOS VIRAR A LA IZQUIERDA!!!‏

Los ingresos de las familias mexicanas bajaron 12.3 por ciento entre 2008 y 2010, según las cifras de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010 (ENIGH 2010). Este resultado confirma una tendencia hacia el empobrecimiento de la gente mantenida en el presente sexenio.

Lo fácil y usual es achacar a la crisis internacional, a la influenza, los huracanes, etc., este gravísimo resultado generalizado en todas las capas de la población, aunque proporcionalmente afectando ahora a las clases de ingresos mayores.

La explicación anterior no sería más que una nueva justificación ante la incompetencia del Estado para desarrollar una política económica que utilice la fortaleza financiera nacional para generar inversión productiva, empleos e ingresos salariales crecientes.

Sería una coartada para los responsables de diseñar las acciones de respuesta a la crisis financiera, quienes fallaron en implementar una respuesta congruente con la necesidad y posibilidad de amortiguar sus efectos para evitar daños mayores al empleo y al ingreso de los ciudadanos.

La realidad es que el empobrecimiento evidenciado en la encuesta, seguramente confirmado en unos días más cuando salgan las cifras del aumento de aproximadamente 5 millones en el número de pobres sobre los 47 millones registrados en la última medición, es un resultado consecuente con la política económica aplicada tozudamente desde hace muchos años, no obstante su evidente fracaso en cuanto a generar inversión, empleos y salarios suficientes.

La verdad es que este drama es el resultado de incompetencia, dogmatismo, ignorancia y conveniencia de nuestros dirigentes políticos que no solamente solapan a los tecnócratas responsables, sino que los estimulan y premian con nuevos puestos y oportunidades claramente inmerecidas.

Por este irreflexivo apoyo, por dedicarse a la grilla, a lo inmediato, a lo intrascendente y delegar lo importante a una camarilla cerrada a ideas diferentes, se inmolan en el fracaso de su oportunidad irrepetible de contribuir al bien de la Nación.

Es sorprendente que el Presidente de la República no sólo mantenga a los responsables de esta debacle, sino que además los premie con su apoyo a puestos para los cuales no tienen las mínimas credenciales ni merecimientos, sin detectar que son los que sostienen la operación de un modelo económico reprobable por su ineficacia, sus nefastos efectos en el bienestar de la población y su inmoralidad por la notoria injusticia social que producen.

Lejos de apoyar al actual Secretario de Hacienda y buscar hacerlo candidato a la Presidencia, el Presidente y su partido tienen la obligación de analizar la realidad como es y no como quieren creer que es; aprender de los datos que reflejan rotundamente un fracaso económico en el sexenio y separarlo de su cargo.

Lejos de promover la candidatura del Gobernador del Banco de México y anterior Secretario a dirigir el FMI, meta obviamente destinada, como lo fue, a fracasar, debería exhibirlo como el corresponsable de que nuestro país fuera el peor en comportamiento económico al enfrentar la crisis y, consecuentemente, en el aterrador número de nuevos pobres.

Es alarmante ver que no obstante los resultados que evidencian su fracaso, a estos personajes todavía se les rindan honores, halagos, reconocimientos y oportunidades.

Parece como si los locos fueran los que manejan el asilo.

Nunca es tarde para reconocer y cambiar. No debemos tener ya tolerancia, pues ya no hay tiempo ni margen de maniobra. El drama humano es inmenso. La descomposición social que produce la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad está al límite y nos está llevando al abismo.

Dejemos de ser cómplices de este fracaso y apoyemos los cambios de fondo que la situación reclama.

Fernando Turner

El autor es presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes.

Publicado originalmente en Grupo Reforma

Opinión Invitada

23 Jul. 11