Un carro lleno, una victoria clara a pesar de toda la mugre, una oposición en desbandada y sin ningún peso moral, el PRI se ve en su mejor forma desde que Salinas lo hundió durante el '94. 18 años les tomó pero lo lograron, hoy pueden festejar y repartirse el pastel de un México desgarrado internamente por la guerra contra el narco.
Buitres de carroña desde hace 100 años, los priistas conocen su negocio, y se ajustarán a los deseos del señor Presidente, que no va a dejar pasar la oportunidad -como lo hicieron los presidentes panistas- para dominar con mano de hierro a una sociedad que esta, literalmente, como perro a mitad del periférico, así que, pan y circo mantendrán al pueblo no solo sometido, sino comiendo con la cabeza gacha de la mano del proverbial dueño de la casa.
Adios al México de mis sueños, si se quejaban de la injusta distribución de la riqueza, pronto se les olvidará a mis compatriotas esas niñerias, y podrán elevarse a las alturas de las ondas radiales y televisivas que los mantendrán alejados de toda esa tontería triste de la "realidad" y les permitirán suspirar nuevamente con las mejores telenovelas del mundo, las que sólo la dictadura perfecta puede tejer.
AG AS AD