Mira: yo con Bruno sostuve, durante años, debates sobre los DDHH intrauterinos. Por desgracia, él, cuando
se ve perdido, ya no debate, sino que CALUMNIA, el imputarle a uno una militancia político-religiosa que no es
suya.
Para él, todo el que se oponga al aborto es "ultracatólico". Se obceca y deja de lado el hecho de que existen
judios antiaborto (como Jews for Life), musulmanes antiaborto, ateos antiaborto (como Atheists for Life) e
incluso protestantes antiaborto (como el propio Bush, bastante más enérgico en esta materia que el mismo Papa).
Bruno, siguiendo a los izquierdistas mexicanos de La Jornada, intenta estigmatizar a todo oponente al
aborto, tildándolo de "ultracatólico" aunque no lo sea.
Uno podrá tolerarle un tiempo esa conducta (rayana en lo delictivo) al susodicho forista, pero tarde o temprano
pierde la paciencia. Así, yo le aclaré perfectamente que, cuantas veces me llamara "agente del Vaticano" o algo
así, yo lo llamaría "pederasta" (pues tanto pederastas como abortistas son agresores de la infancia).
Para no terminar en un lío legal en el que los principales ganadores serían los respectivos bufetes de
abogados, mejor decidimos ya no debatir al respecto él y yo.