QUÉ OPINA GUILLERMO PRIETO DE JUÁREZ POR NO HABER DEJADO LA PRESIDENCIA
"Ni por un instante se crea que abogo por la persona de Ortega; le defiendo porque en este instante es la personificación del Derecho... Juárez ha sido un ídolo por sus virtudes, porque él era la exaltación de la Ley, porque su fuerza era el Derecho, y nuestra gloria, aun sucumbiendo, era sucumbir con la razón social, que es la ley. ¿Qué queda de todo? ¿,qué queremos? ¿a quién acatamos? ¿varía de esencia que ayer se llamara Santa Anna y Comonfort y Ceballos, y que hoy se llame Juárez el suicida? Supongamos que Juárez era necesario, excelso, heroico, inmaculado en el poder, ¿lo era por él o por sus títulos? ¿Qué vale sin éstos...? Yo avanzo hasta suponer feliz el éxito de este ensayo de prestidigitación de Juárez. ¿Está en honor seguirle? ¿Se debe dar asentimiento a semejante escalamiento del poder? ¿Se debe autorizar con la tolerancia de este hecho otros de la misma naturaleza que vendrían en seguida y no muy tarde? Yo, por mí, no lo haré. Me he propuesto ser tan ingenuo contigo que te confieso: que ni el miedo al quebrantamiento de la Constitución misma, a pesar de la que te he dicho, me contiene; es tan grande nuestra causa, sería tan inmarcesible la gloria del que lanzase al francés de nuestro suelo, que pudiera ser que me sedujera la complicidad de este extravío heroico, por lo que tendría de sublime la reparación. La reputación por la vida del país. ¿No lo he hecho yo? Esto no me asusta. Me asusta contemplar a Juárez revolucionario, inerte, encogido, regateando, ocupándose de un chisme o elevando al rango de cuestiones de estado las ruindades de una venganza contra un quídam. ¿Tú te figuras revolucionario a Juárez? ¿Te figuras lo que habré sufrido?".
Se encuentra en: Figs. y epids. de la H. de Méx. por Gómez Arana; Constitución del 57 Pág. 25-26.